Llegará el día en el que el campo quedará abandonado de continuar las pérdidas que sufre la producción de cítricos en la Safor.
La media de abandono de las parcelas ha sido de un 5% anual durante la última década, pero este año la situación ha sido más grave y se calcula que se dejará de trabajar un 10% de la superficie dedicada a los cítricos, según los datos que maneja la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA).
El representante en la Safor de la AVA, Vicent Faro, indicó que este ha sido un año más en el que los productores han sufrido “la mala praxis de los políticos” que autorizan la entrada en toda la Unión de fruta de otros continentes, mientras permiten que la naranja se quede en el árbol en zonas como la Comunidad Valenciana que está produciendo para cubrir la demanda de toda Europa.
En declaraciones al diario Las Provincias, Faro reiteró que la entrada de cítricos de la zona sur de África, de Egipto y Turquía está dañando al sector valenciano y especialmente a agricultores de comarcas como la Safor, donde la producción de cítricos ha sido uno de los pilares de la economía.
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Apuntó que a través del puerto de Rotterdam, Holanda, está llegando naranja que se distribuye por toda Europa, mientras en Gandía, Oliva y Tavernes la fruta sigue en el árbol y sirve de alimento a los jabalíes.
Dijo que ante la importación masiva de los citados países los comerciantes de Europa descartan la compra de cítricos valencianos porque los foráneos resultan más baratos, y la caída de las ventas hace que no sea rentable mantener parcelas de cultivo en la Safor.
Agregó que por ello este año habrá un nuevo abandono de tierras, con el impacto que supone para el medio ambiente. Dijo que un 10% de productores abandonarán la actividad, que dejarán de trabajar la tierra, regarla o comprar abonos y productos fitosanitarios que, a su vez, tendrá incidencia negativa en la red de comercialización de estos insumos.
El vocero comarcal de la AVA indicó que se ha llegado a un punto en el que más de 50% de las parcelas agrícolas en la Safor, destinadas a la naranja, se han abandonado por la falta de rentabilidad constante.