Las pérdidas en las parcelas de cultivo crecen año tras año y la falta de certeza ante el cobro de la producción hace que los agricultores prefieran dejar perder su cosecha, según los afectados que califican de “severa” la situación de la citricultura en la Safor.
“Muchos dueños de huertos optan por dejar la naranja en el árbol, pese a que en muchos casos ya se tendría que haber recolectado”, destaca un trabajo sobre la preocupante situación que viven los agricultores, publicado por el diario Las Provincias.
Los detalles del problema fueron ampliados por Vicent Faro, miembro de la directiva de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), quien aseguró que, en concreto, el 95% de las parcelas de cultivo de cítricos en la Safor se encuentran frente a la ruina.
El dirigente del colectivo dijo que el sector atraviesa quizá el peor momento que se recuerda. Agregó que los propietarios ven más factible abandonar la naranja en el árbol antes de que alguien se la lleve sin saber a cuánto la va a pagar, o cuándo va a cobrar algo, “si es que le llega algo de dinero del proceso final”.
Faro dijo a Las Provincias que esta situación es el resultado de años de “dejadez” por parte de las administraciones con el campo valenciano, que “siempre ha sufrido, pero todo el mundo ha mirado para otro lado”.
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Afirmó que en estos momentos la Safor es un caso representativo de la situación generalizada del cultivo de cítricos en la Comunidad, donde lo que se paga por la fruta no llega a cubrir los gastos del agricultor.
Sin estímulos
La arroba de naranjas se está vendiendo entre 0,20 y 0,25 euros, pero al agricultor sólo le llegan 0,10 euros. Esto supone una verdadera ruina puesto que con esta cifra los agricultores no cubren, ni de lejos, los costes de producción.
“Todo son pérdidas”, afirmó Faro, quien dijo que el escenario es tan complejo que cada vez son más los vecinos de la Safor con tierras de cultivo que optan por cesar su actividad y olvidarse de su plantación.
“El abandono de parcelas va en aumento en toda la comarca, en algunos casos se escoge otro tipo de cultivo, pero eso sólo lo hace aquel que puede invertir y que dispone de tierras”, precisó el directivo de la asociación.
Indicó que a los problemas financieros hay que sumar la llegada de cítricos de Sudáfrica, y destacó que los acuerdos de la Unión Europea son dañinos para el sector. "Esto es sólo una espina más", dijo.