Luego de protagonizar una espectacular persecución por media ciudad, la Policía Local logró la aprehensión de dos jóvenes, de 33 y 35 años de edad, de nacionalidad marroquí y española, que conducían a alta velocidad bajo los efectos del alcohol.
Los hechos comenzaron ocurrir a primera hora de la mañana de este viernes cuando una dotación de la Policía detectó una infracción de un vehículo al circular en sentido prohibido por la calle de Sant Rafael con Alzira, en el centro de la Ciudad Ducal, con serio peligro para la circulación y los peatones.
Los agentes advirtieron al conductor sobre de la infracción, pero éste, lejos de agradecer el gesto, intentó realizar una maniobra de cambio de dirección y choca contra dos ciclomotores que son aplastados contra un tercer vehículo que estaba aparcado.
Según publicó Onda Naranja, los agentes interponen el vehículo de la Policía Nacional ante el coche que conducían los infractores para evitar su huida, y uno de los policías desciende para identificar a los autores de la colisión, pero se vio obligado a apartarse de manera brusca para evitar ser atropellado pues los ocupantes emprendieron la huida a gran velocidad mientras reían a carcajadas.
El vehículo de los infractores, un Seat Ibiza de color rojo emprendió una carrera alocada por las calles y llegó a alcanzar los 130 kilómetros por hora por el casco urbano cruzando las calles Sant Rafael, plaza Joaquín Ballester, Benissuai, Blasco Ibáñez y la carretera del Grau saltándose cuantas señales habían a su paso y creando un serio peligro para el resto de conductores y usuarios de la vía.
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La persecución policial siguió hasta la altura de un supermercado en el Camí de Les Foies, junto a la carretera del Grau, lugar en el que los dos fugitivos abandonaron el coche para huir por los cañaverales del río Serpis.
Alertadas sobre la situación, la Policía Local recibió refuerzos para la búsqueda de los huidos con dos vehículos “zetas” y dos patrullas para dar la batida por la zona.
Finalmente, un agente encontró a los dos fugitivos que nuevamente intentaron huir, pero fueron reducidos tras enfrentarse de forma violenta a los agentes.
La prueba de alcoholemia al que conducía el vehículo en la huida dio 1,07 miligramos por litro de aire espirado. Los individuos fueron detenidos y el coche quedó en el depósito municipal a disposición de la autoridad judicial.