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El hospital Francisco de Borja trata actualmente a unas 250 personas con enfermedad inflamatoria intestinal, que engloba tanto la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que afectan esencialmente al intestino y son crónicas.
Para abordar esta ayuda el centro realizó una jornada organizada por la Asociación de Crohn y Colitis Ulcerosa de la Comunidad Valenciana (ACCU-Valencia), en la que participaron como ponentes los doctores Lidia Martí, jefa de sección de Aparato Digestivo del hospital de Gandía; Jesús Seguí, jefe de servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del hospital, y Eduardo Escartí, digestólogo especialista en enfermedad inflamatoria intestinal.
El presidente de ACCU Valencia, José Ramón García, moderó la mesa redonda, que contó también con la participación del público asistente, la mayoría de los cuales son pacientes y pudieron aclarar sus dudas sobre las patologías.
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Tanto los especialistas como los propios pacientes han asegurado que con un buen control de la enfermedad se puede llevar una vida “prácticamente normal” y que influye considerablemente la manera en que se afronta.
Según reseño el diario Las Provincias, la doctora Lidia Martí se refitió a las nuevas técnicas de diagnóstico, cada vez menos invasivas. También habló sobre el "papel esencial" de las endoscopias y de la cápsula endoscópica, que ya se utiliza en el hospital de Gandía, y de la radiología para complementar el diagnóstico y monitorizar la evolución de la enfermedad.
Entre los avances técnicos que hace posible el desarrollo de la tecnología, la expositora se refirió a la "nariz electrónica", creada por investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y de la Universidad Politécnica de Valencia, que detecta biomarcadores en fase gaseosa y cuyo valor predictivo puede alcanzar el 90%.
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