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Agentes de la Policía Nacional arrestaron a un sujeto que, presuntamente enloquecido por el alcohol, atacó a una mujer, intentó apuñalar a otro y, además, agredió a los agentes y destrozó el vehículo policial luego de una trifulca en un bar de Gandía.
El hecho ocurrió en un bar de la avenida Grau, donde el hombre se presentó a cobrar una supuesta cantidad de dinero a una mujer. Pero no llegó a cobrar por las buenas, pues ocultaba entre su ropa un cuchillo de grandes dimensiones.
El reclamo del dinero se transformó en reyerta entre el hombre furioso, de 33 años, y la mujer, que no aceptaba que debía la cantidad que exigía el detenido, aparentemente en estado de ebriedad.
De acuerdo con una reseña del periódico Las Provincias, el enfrentamiento iba a más, y un segundo hombre, de 56 años, que contemplaba la batahola decidió interceder y se puso entre los dos para evitar más agresiones.
Pero el hombre tampoco entró en razón y la emprendió contra el mediador. Los dos varones acabaron en la calle forcejando, frente al establecimiento, lo que llamó la atención de las personas que pasaban por el lugar y llamó la atención de numerosos vecinos que salieron a sus balcones para ver lo que ocurría.
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De acuerdo con las fuentes policiales, mientras se enfrascaban en una pelea cuerpo a cuerpo, el detenido sacó el cuchillo e intentó clavarlo a su oponente. Afortunadamente para el varón mayor, la ropa que llevaba puesta impidió que el arma blanca penetrara en su humanidad.
Los agentes no indicaron qué tipo de prenda vestía el hombre que intervino en la trifulca, pero sí comentaron que era muy gruesa puesto que el objeto punzante “llegó a doblarse”.
Mientras esto ocurría llegaron al lugar los agentes de la Policía Nacional y el agresor fue arrestado. Pero las cosas no terminaron allí.
El detenido golpeó también a los policías mientras estos le cacheaban e hirió a uno en la rodilla y a otro en la muñeca.
Finalmente fue sometido pero ya dentro del coche policial causó daños y dio constante patadas en el interior del vehículo.
Ante la furia del hombre, tuvo que ser llevado al hospital donde fue sedado y atado a una camilla.
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