Cuando se trata de visitar a los seres queridos que reposan en su última morada, no hay obstáculos que valgan. Pese a los atascos que se generaron en la vía, los gandienses católicos acudieron este jueves de manera masiva a los cementerios, para conmemorar el día de Tots Sants.
Hombres y mujeres, ancianos y niños por igual, aprovecharon el radiante sol para salir a llevarles flores a los fieles difuntos, pronunciar alguna oración y asistir a las misas que se celebraron en honor de los muertos.
En España, cada 1° de noviembre, se recuerda a todas las personas cercanas, amigos y familiares fallecidos. Esta fiesta es la conocida como Día de Todos los Santos. Pero en América Latina los muertos son recordados cada 2 de noviembre en el Día de los Fieles Difuntos.
Según reportó Las Provincias, el día de Tots Sants de ayer fue protagonizado por el radiante sol, pero también por las colas que se armaron en las vías a lo largo del día, para llegar a los cementerios de La Safor.
Los gandienses coincidieron en la hora de trasladarse a los camposantos, aun cuando las autoridades del Ayuntamiento habían sugerido asistir de manera escalonada para evitar colas y retrasos. El horario de visitas fue establecido de 9:00 de la mañana a 7:00 de la noche, para que los interesados tuvieran tiempo de desplazarse hacia las necrópolis, sin embargo la mayoría escogió las horas más frescas del día.
Ya el Ayuntamiento había puesto a tono todos los cementerios de la región y durante esta semana desplegó un dispositivo de seguridad como 100 efectivos de la Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja, para que los gandienses aprovecharan el puente de Todos los Santos y los Fieles Difuntos.
Miles de flores fueron llevadas a las tumbas para adornar las sepulturas, mientras en todas las iglesias se oficiaron misas especiales en recuerdo de Tots Sants.
La Policía Local tuvo que controlar el acceso a los camposantos en Oliva y Tavernes, para reducir los atascos.
Los vehículos que iban llegando eran dejados en los estacionamientos habilitados para estos días. Sin embargo, muchos debieron aguardar que otros gandienses se retiraran, para aparcar sus coches y posteriormente cumplir con la tradición católica.
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Las retenciones más fuertes fueron reportadas en la salida de la ciudad desde Benieto hasta el cementerio y en la carretera de Almoines, así como en la vía que circula hacia la Ciudad Ducal.
La presencia de agentes de la Policía Local fue constante durante toda la jornada, tanto en el cruce del cementerio, como en los estacionamientos, situación que agilizó el tráfico y evitó verdaderos embotellamientos.
Asimismo, la afluencia al cementerio en Oliva fue masiva. Allí el Ayuntamiento se vio en la necesidad de alquilar autobuses a lo largo de la semana, para que los vecinos pudieran visitar las tumbas de sus seres queridos con mayor comodidad.
Igual comportamiento se registró en Tavernes, donde la afluencia de familiares y seres queridos de los difuntos no mermó en todo el día.
En el resto de la Safor, los cementerios fueron ayer el centro neurálgico de todas las poblaciones. Tanto en Ròtova como en Daimús, Miramar o Piles, la presencia de vecinos en las necrópolis fue considerable.
Se reporta que en Bellreguard hubo momentos en los que no cabía una persona más en la calles del cementerio y lo mismo ocurrió en La Font d'en Carròs, Beniarjó y Villalonga, reportaron los cuerpos de seguridad encargados de custodiar la celebración.
Todas las localidades de la comarca, se habían preparado con antelación para que los camposantos mostraran su mejor rostro este Día de Tots Sants.
Tal es así, que en Potries, el gobierno local invirtió €50 mil euros en la modernización del recinto, habilitó nuevos nichos y columbarios y construyó un baño. Ya en 2017, las autoridades habían comprados los terrenos para la ampliación, disponiendo de un área para el estacionamiento.
En El Real de Gandía las visitas no cesaron durante toda la mañana y más de 300 personas presenciaron la habitual misa que se celebra cada año, mientras que en Gandía, lo habitual es llegar a pie al cementerio, por el viejo Pont de Ferro y el camino de la antigua línea de tren a Alcoi.