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El vecino de Simat de la Valldigna que el pasado mes de diciembre apareció en un vídeo en el que dos perros de presa atacan violentamente a una cría de jabalí en el patio de una vivienda ya tiene castigo.
El joven, que azuzaba a los canes para que atacaran al jabato, que sufrió importantes desgarros por todo el cuerpo, fue condenado por un delito de maltrato animal a una pena de seis meses de prisión tras reconocer los hechos en un juicio rápido celebrado el lunes en el Juzgado de Instrucción número tres de Sueca.
Sin embargo, al carecer de antecedentes penales y ser la pena inferior a dos años de cárcel, la sanción le será suspendida por un plazo de tres años. La Fiscalía de Medio Ambiente de Valencia no se opuso a la suspensión de la ejecución de la pena, pero fijó una condición pionera en la Comunitat, al establecer que el condenado se someta a un programa formativo en materia de protección de animales.
El curso de reeducación, en concreto, el Programa de intervención, sensibilización y reeducación en competencias sociales para penados a medidas alternativas (Probeco) consta de cuatro fases y tiene una duración de nueve meses, con una clase semanal de terapia grupal.
Aunque dicho programa de reeducación en habilidades sociales está pensado para condenados por distintas tipologías delictivas, una fase específica es precisamente la prevención del maltrato animal y la sensibilización medioambiental. Desde que entró en funcionamiento a mediados de 2018 es la primera vez que un condenado por maltrato animal participará en Valencia en estos cursos promovidos por Instituciones Penitenciarias, según publicó Levante-EMV.
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Los hechos por los que fue condenado el joven, de 23 años, se produjeron el mes de octubre del año pasado con un jabato que había capturado en el monte y que retenía en su domicilio de Simat de la Valldigna.
Según lo confesó el autor del maltrato animal azuzó a dos perros de su propiedad contra la cría de jabalí para que la que mordieron reiteradamente en diferentes partes del cuerpo. La tortura al animal, que chillaba y sufría por los continuos mordiscos, se prolongó durante varios minutos sin que el acusado hiciera nada por tratar de evitarlo, como así reflejan las imágenes.
En el vídeo se observa a otras personas, que jalean su acción y bromean con el sufrimiento del jabato. No obstante, contra éstos, incluido quien grabó las imágenes, no se adoptaron medidas legales ya que el Código Penal todavía es muy laxo en los delitos de maltrato animal cuando no hay una acción directa el hecho.
Se sospecha que el animal murió como consecuencia de los graves desgarros que sufrió, pero este hecho no pudo ser comprobado al no encontrarse el cuerpo del jabato. Según declaró en fase de Instrucción el joven, lo dejó suelto en el monte.
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