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Los agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tavernes de la Valldigna sentó en el banquillo de los acusados a José Antonio N. R., de 35 años de edad, cabecilla de una red de pornografía infantil y bestialismo que tenía su base en Tavernes de la Valldigna y con ramificaciones a nivel nacional.

De acuerdo con la información policial reseñada en el portal de COPE Onda Naranja, los agentes de la Benemérita nunca imaginaron encontrarse con personas capaces de hacer las crueldades que se comprobaron durante las investigaciones llevadas a cabo en el marco de la Operación YOT que se inició a nivel nacional desde el municipio vallero.

El citado Antonio N.R. reconoció en el juicio, el pasado martes, los hechos, entre ellos, la distribución de pornografía con niños y el maltrato a animales, cuyas crías destripaba para masturbarse sobre la sangre, grabar y difundir las inmorales y denigrantes escenas.

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La Fiscalía pedía 13,5 años de cárcel y otros 10 años de libertad vigilada. Hubo acuerdo de conformidad entre la defensa y la acusación pública, y por ello el fiscal redujo la solicitud de pena a 6 años de cárcel por distribución y posesión de pornografía infantil; 10 años de libertad vigilada; y la prohibición para el desempeño de profesión alguna relacionada con menores de edad durante 11 años. Por el delito de maltrato animal, la Fiscalia pide 22 meses y 15 días de prisión.

COPE detalla que la operación a nivel nacional arrancó cuando el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tavernes de la Valldigna tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de WhatsApp donde se intercambian videos de contenido sexual donde participaban menores.

Tras visualizar las imágenes, los agentes valleros tiraron del hilo y tras un exhaustivo rastreo de todos los usuarios, integrantes y participantes del grupo se inició la Operación YOT, dado que a medida que se avanzaba en la investigación se añadía más crudeza a las imágenes y se implicaba a gente de Burgos, Ávila, Alcorcón (Madrid) e incluso de Telde (Las Palmas de Gran Canaria) y Santa Cruz de Tenerife.

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Alicia Aguilar Abreo

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