A tres años y medio de cárcel fue condenado José Emilio Silvaje, el “cura dandi” de Gandia, condena emitida por la Audiencia Provincial de Lugo, luego de ser juzgado por delitos contra el patrimonio histórico, apropiación indebida y receptación, junto a su socio.
El mencionado cura colgó sus hábitos en el año 2012, y fue en el pasado mes de marzo que fue juzgado y su sentencia fue conocida recientemente. En el juicio, el ex cura mostró su arrogancia, e incluso calificó como basura los efectos religiosos que se robó.
Durante los años en los que estuvo como cura, José Emilio Silvaje se apoderó de decenas de objetos de carácter religioso y de culto, al igual que de imágenes, muebles y también objetos que pertenecían a las parroquias en las que estuvo.
A un tercero fueron entregados algunos objetos de las parroquias entre los que destacan una campana de hierro fundido perteneciente al siglo XVIII, también una imagen de San Francisco del siglo XVIII, además de dos reposteros de tela, dos estanterías, un confesionario, también un armario que no tenía puertas, un reclinatorio y dos estanterías rotas.
Sin embargo el Obispado de Mondoñedo pudo recuperar algunos de los objetos, entre los que podríamos citar dos ángeles con palmas de altar, crismeras de plata, dos candelabros de bronce, dos cálices de plata, una imagen de Santa Lucía entre muchas otras, pues la lista es verdaderamente interminable.
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Dentro de este también se encuentran floreros pertenecientes a la parroquia de Santa María Magdalena de Balboa, una cruz de latón, una mesa del siglo XVIII además de tres misales antiguos y una cruz que formaba parte de la parroquia de San Mateo de Vidal.
El cura de Gandia dijo que la desaparición de la interminable lista de objetos tuvo lugar debido a que mandó a restaurar a muchos de los mismos, sin embargo quedó demostrado que esto era una simple excusa y que no era cierto en consecuencia.
Tras comprobarse que fue el autor de todos estos robos, entonces fue condenado a tres años y medio de cárcel como autor de un delito continuado de Apropiación Indebida. Su cómplice, era el dueño de la tienda que le recibía parte de los bienes robados, el mismo es José Jaime de Orozco, quien también fue condenado a un año y tres meses de cárcel por el delito de receptación.