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Dos jóvenes estudiantes brasileños de Derecho Canónico y Pastoral Familiar toman oficialmente a partir de este domingo, el relevo de Sor Ángeles, Sor Rosa y Sor Mercedes en el cuidado de la iglesia de Sant Roc y la imagen del beato Andrés Hibernón.
Los sacerdotes, recién ordenados, llegaron a Gandía esta semana y “se están acomodando y conociendo la casa”, como confirmó a Las Provincias el vicario episcopal Don Paco Revert.
El reemplazo se produjo a sólo cinco días de la sentida despedida que diera la ciudad a las religiosas que se encargaban del cuidado de la iglesia de Sant Roc. Ahora, lo harán estos dos clérigos brasileños recién ordenados, uno de ellos hace cuatro meses, y el otro siete.
El vicario episcopal indicó que la llegada de los sacerdotes de la orden religiosa del Instituto Misionero Siervo del Señor, quienes estarán coordinados por el abad Ángel Saneugenio, servirá para continuar atendiendo como se venía haciendo hasta ahora la iglesia del Beato.
El párroco resaltó el valor de la labor realizada por las religiosas de la Orden Franciscanas de la Inmaculada quienes durante 140 años mantuvieron “todo impecable y ordenado hasta el último momento a pesar de su avanzada edad”.
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Revert, que en la eucaristía del pasado domingo despidió a las religiosas, animó a los fieles a rezar para que haya vocaciones y la Orden Franciscanas de la Inmaculada pueda tener continuidad.
El vicario episcopal dijo que los sacerdotes, de 28 y 32 años, y quienes llegaron hace poco tiempo a Valencia donde están estudiando, “aportarán juventud” a la parroquia de Sant Roc y se encargarán de cuidar la imagen del Beato, una de las figuras religiosas que más seguidores tiene en la comarca.
Refirió que los curas brasileños están conociendo la ciudad y el templo del que se encargarán, y ya han entablado conversación con el presidente de la Asociación Beato Andrés Hibernón de Gandía, Jesús Montolío, quien destacó que ambos sacerdotes llegan “con muchas ganas de trabajar y acercarse a la gente”.
El edil responsable de la Semana Santa, Ciro Palmer, también se contactó con ellos, ya que el templo es propiedad del Ayuntamiento de Gandía y forma parte de lo que fue el antiguo convento de Sant Roc.
Palmer destacó que el Consistorio ha velado para que hubiera continuidad en la administración del templo, y ahora será el Arzobispado el que decida la labor que allí se desarrollará.
“Había preocupación entre los fieles porque pudiera cerrarse la capilla del Beato, pero eso era impensable. Desde el Ayuntamiento hemos hecho el trabajo para mantener el culto y que la devoción continúe”, dijo el concejal.
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